Noviembre siempre trae consigno desafíos, eventos e historias, pero toda su energía puede resultar abrumadora. Es natural que necesites un descanso y elijas por un tiempo dejar de lado la creatividad pero, me animo a decir, quizás aferrarte a ella te ayude a ahuyentar un poco el caos.
Si matarías por tener cinco minutos para vos, y te cansaste de quemar tus neuronas mirando el teléfono, acá van tres trucos para encontrar inspiración en el caos:
🎬 Andate a dormir mirando una película vieja que te haya gustado mucho en su época. Conectar con los gustos de una infancia en la cual todo era juego le recuerda a nuestro cerebro que la inspiración no tiene que ser un mandato productivo, sino un camino hacia la diversión. Yo elegí Flubber, de 1997, y por primera vez me reí de chistes que en mi infancia se me habían escapado. 10/10.
👀 Leé artículos largos, incluso si tardás días en terminarlos. En lugar de llenarte de información suelta y cortada, date un momento para absorber una sola historia en profundidad. A mí me gusta buscar en internet listas de los mejores ensayos de The New Yorker o The Cut (podés hacer que tu explorador los traduzca si no querés/podés leer en inglés). Mi favorito es The Nightmare Share, sobre una mujer que le alquiló una habitación a una inquilina que terminó tomando posesión de todo el departamento.
🕰 Regalate quince minutos de escritura diarios. Solo quince minutos que, te prometo, te pueden cambiar toda la semana. Sentarme a usar esos minutos para escribir siempre me cuesta, pero lo hago igual, y cuando se terminan, me quedo con ganas de seguir (el truco es frenar, así retomo con entusiasmo al día siguiente). En este momento yo estoy usándolos para escribir una historia nueva sin preocuparme porque esté bien escrita. Lleno las hojas a contrarreloj para que no se me escapen las ideas y hago comentarios para cuando mi yo del futuro se tenga que sentar a editar. Es la actividad más divertida de mi día, y puedo hacerla en cualquier lado! Si no sabés por donde empezar, describí una acción que estés viendo, por ejemplo: la señora caminaba rápido, como queriendo ganarle a la calle.